La Madre de mi Enamorada
Cada vez que veía a esa mujer parecía que veía a una diosa. Era una mujer muy hermosa que le excitaba, que le ponía a mil. Lo que les voy ha relatar a continuación me sucedió en realidad hace cuatro años, conocí a Lucia cuando ella tenia 17 años una chica muy bonita de tez blanca, alta, senos grandes nalgas impresionantes poseedora de una mirada muy seductora, yo mido 1,75cm tez trigueña, cabello largo, mi miembro es normal ya que ninguna de las chicas con las que he tenido relaciones ha dicho lo contrario, en ese momento tenia 22 años.
Entre con Lucia como enamorados, la iba ha visitar a su casa todas las tardes un día de esos se me hizo muy noche y nos encontró su madre Cristina en la puerta de calle a primera vista la vi muy buena una mujer de 37 años, ojos azules, su piel blanca de estatura pequeña, pelo castaño, su cuerpo muy bien formado y proporcionado a simple vista una diosa, para mi suerte era divorciada.
Estuvimos con Lucia mas o menos como un mes de enamorados cuando me invito a una fiesta que organizaba ella con sus hermanas, en esta se encontraban personas de nuestra edad la pase muy bien, en el transcurso de la noche su madre salió de su habitación a percatarse que todo marchara muy bien, yo con mucho tacto la invite a que se quedara a lo cual Cristina no rechazo toda la noche pase con ella bailando conversando, ya que como me gustaba vi la oportunidad de levantármela, llego el fin de la fiesta Lucia se enojo conmigo y se fue a descansar por el motivo que le preste mas atención a su madre que a ella, es así que al final nos quedamos con Cristina los dos solos yo con el pretexto de ayudarla a arreglar el desorden que habíamos provocado, al terminar de arreglar nos sentamos en el sofá, conversábamos de trivialidades al mismo tiempo tomábamos licor, a cada instante al disimulo me acercaba de a poquito a ella lo cual noto y no decía nada, tanta platica que en un instante sin darnos cuenta nuestros rostros quedaron frente a frente le di un beso el cual no lo rechazo y pasamos besándonos por largo tiempo jugando con nuestras lenguas desaforadas de sentir placer, es así que nos excitamos tanto que fuimos directo a su habitación, la tumbe en la cama me puse sobre ella empecé a besarle con una mano exploraba todo su cuerpo le cogí de los senos, jugueteaba con ellos de repente se escucha un ruido ella se incorpora abruptamente y dijo que dejemos todo hasta ese instante que era mejor que me vaya a lo cual accedí como todo un caballero pero quedándome muy caliente al llegar a mi casa me masturbe de una forma brutal imaginándome su cuerpo junto a mi.
Pasaron los días imaginándome como haría para tirarmela, es así que a los quince días fui a visitar a Lucia y que sorpresa le encuentro a su madre solita en la casa vestía una blusa ceñida a su cuerpo la cual dejaba ver unos senos pequeños y redonditos, una minifalda que dejaban apreciar unas piernas excitantes y un trasero bien formado, me invito a pasar me encontraba muy nervioso no sabía como actuar, me brindo un vaso de agua y tomo asiento frente a mi, el instante que cruzo la pierna pude admirar la tanga que llevaba puesta lo cual me causo una erección indiscriminada trate de disimular pero no se pudo, ella tomo la iniciativa y empezamos a conversar de lo que sucedió la otra noche a lo cual me pidió que no se lo dijera a nadie, yo muy caballeroso le dije que no se preocupe que de mis labios nunca saldrá pero que lo que paso lo hice con mucho placer ya que es una mujer hermosa y que cualquier otro hombre sentiría envidia de lo que sucedió Cristina se sonrojo, y me dio las gracias a la vez me dijo que igual yo le gustaba mucho, sin pensarlo dos veces me puse de pie y fui junto a ella la tome del rostro y la bese jugueteando con nuestras lenguas, su respiración se entrecortaba dando inicios de excitación, la abrace sin pensarlo mis manos se encontraban sobre sus nalgas entre beso y beso le dije en el oído muy suavemente que quería hacer el amor con ella respondió amarrándome de la mano y guiándome a su habitación, yo ya tenia mi pene tan hinchado que se notaba ella me bajo el cierre dejándolo libre de la prisión en la que se encontraba me lo empezó frotando de una manera espectacular de a poquito, se pone de rodillas y se lo acerca a su boca empezando una mamada como solo Cristina sabe hacerlo pasando su lenguas sobre la cabeza, bajaba la lengua sobre la vena que se pronuncia en el pene hasta llegar a los huevos metiéndose de uno en uno en la boca masajeándolos con la lengua, después chupando todo mi pene comiéndoselo completamente empecé un mete y saca sobre su boca, sentía un placer descomunal, le miraba a sus ojos los cuales denotaban como si se encontrará gozando de un chupete, le agarre de la cabeza empujándola hacia mi cuerpo bombeado rápidamente hasta que ya no pude mas me iba ha correr se lo dije ella no me hizo cazo y explote dentro de su boca llenándole de mi lechecita se trago todita dejándome el pene limpiecito, esta exclamo ¡PAPITO QUE LECHE MAS RICA!, exclamo papito ahora te toca a ti hacerme gozar a lo cual exclame ¡Mi Reina prepárate que es lo mejor que sentirás en tu vida!, nos quitamos la ropa ella se quedo puesto un sujetador que denotaba unos pezones paraditos, una tanga que tanga? Yo me quede puesto el bóxer y tumbados sobre la cama empecé a besarla y explorar con mis manos cada punto de su cuerpo, descubriendo sus puntos de excitación, le safe el sujetador pude admirar unos senos redonditos y pequeños, unos pezones rozaditos y bien paraditos de excitación, una aureola alrededor de estos mas bien pequeñas, metí mi mano en su boca chupo mis dedos dejándolos con saliva, con estos agarré su pezón y los apreté muy suavemente ella se retorcía de placer, agarre sus senos con cada una de mis manos, me las metía completamente en mi boca mordiendo sus pezones pude notar que le daba mucho placer ya que sus ojos se ponían en blanco, empecé a dibujar una camino con mi lengua desde sus senos hasta su pelvis con mi mano notar que su tanguita se encontraba mojada por su liquido vaginal, con los dientes retire su tanga dejando ver sus bellos y una vagina que pedía a gritos que la comiera al mismo tiempo emanaba el delicioso aroma a mujer, es a si que me concentré en ella metiendo la lengua lo mas profundo posible, con mis dedos separando sus labios y dejando al descubierto un hermoso clítoris con el cual jugué durante un buen rato al mismo tiempo empecé introduciendo un dedo en su vagina esta se encontraba muy caliente, observando el placer que le daba mi acción y de repente arqueo su cuerpo emitió gemidos mas fuertes lo que denoto que termino acompañada de mucho liquido bajando de su vagina.
Pero la noche de placer no termina ahí mi pene se puso a mil nuevamente esta vez puse la punta de mi miembro en la entrada de su vagina frotándola con el mismo ella empezó nuevamente a excitarse esto se denotaba en su respiración cada vez mas prolongada y me pedía que no sea malo que se introdujera ya que quería sentirme dentro de ella, cruzo sus piernas por detrás de mi cuerpo las apretó con fuerza lo que produjo que la penetrará de un solo golpe pude denotar que lo tenia estrecho y empezamos un mete y seca lento en un principio para de a poco ir incrementando en velocidad podía sentir como con sus músculos de la vagina ella me apretaba el miembro al mismo instante se denotaba sus quejidos de placer, la besaba, con mis manos tomaba sus senos me los introducía en la boca mordiendo los pezones ella termino nuevamente, sentí que también terminaba, cambiamos inmediatamente de posición me recosté en la cama ella trepo enzima mío para empezar una cabalgata indiscriminada nos dimos tanto placer que retorciéndonos el cuerpo llegamos a terminar juntos, quedando sin aliento de tremenda sesión de sexo que tuvimos.
Después de un rato de que cada uno jugaba con el sexo del otro me pidió que tuviéramos sexo anal ya que sus amigas le han comentado que es muy bueno a lo cual no me negué ya que para mi era una experiencia nueva, empezamos con el divino juego de la excitación hasta los dos quedar a mil se recostó sobre la cama dándome la espalda pude observar ese delicioso culito que me iba ha comer es así que taje lubricante con mis manos le tome de la cintura y la levante dejándola apoyada sobre sus rodillas sobresaliendo su culito en todo su esplendor, le unte el lubricante en el huequito de su ano inicie mi trabajo metiendole un dedo lo movía de forma circular una vez ambientado su ano le introduje otro dedo mas iniciando un mete y saca muy suave ella se quejaba ya que le estaba doliendo, me puse el lubricante en el miembro y lo coloque en el ano comencé a intrucirselo muy suavemente se quejaba, yo la consolaba que dolería un poco pero al final lo disfrutaría muchísimo, le introduje la cabeza del pene lo deje por un instante par que su ano se fuera dilatando, la besaba y con mis dedos masajeaba su clítoris, de nuevo la penetraba muy suavemente parando por instantes a que se acostumbrara su ano, al final termino de entrar todo mi miembro en su culo la tome de la cintura, la empujaba muy despacio la acercaba hacia mi con mucha suavidad para que no sintiera dolor de a poquito empecé a subir en velocidad mi bombeo duramos un largo tiempo ella al igual que yo gemíamos como locos ya que la nueva sensación era espectacular tanto llego la excitación que terminamos nuevamente al mismo tiempo yo descargué todo mi semen dentro de su culo, quise sacar mi miembro ella no lo permitió quería sentirlo dentro de si, de a poco se fue poniendo flácido al final nos quedamos dormidos después de una sesión de sexo inolvidable para los dos.
Espero que la historia que he descrito sea de su agrado, para cualquier comentario
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